Te escribo con la intención de pedirte que no te rindas. Sé que no ha sido fácil, que te han golpeado en la bandera, en el escudo, en la moneda, en el huso horario... hasta te golpearon el nombre. Has visto nacer a millones de venezolanos que han querido lo mejor para ti, millones que han deseado que tengas lo que te mereces, pero todavía ese momento no ha llegado.
Querida Venezuela te escribo porque sé que ya estás cansada de sufrir, de pedir a gritos un poco de compasión hacia ti, hacia el hogar de 28 millones de venezolanos que no hemos sabido apreciarte, 28 millones de venezolanos que hemos aprendido a convivir con la delincuencia, la escasez, el "racionamiento"... 28 millones de venezolanos que nos acostumbramos a ser ladrones de oportunidades, a la escasez de tolerancia y al racionamiento de esperanza.
¿Cuántos de nosotros no hemos criticado a otro venezolano sin darnos la oportunidad de conocerlo? ¿Cuántos no hemos agredido a otro por el simple hecho de llevar una camisa de un color diferente a la nuestra? ¿Cuántos no hemos pensado en irnos y abandonarte porque ya "no queda más nada que hacer"?
Ya debes estar cansada de los discursos baratos y repetitivos que quieren convencerte de que habrá paz, tranquilidad, oportunidades y un sinfín de promesas que se quedan vacías... discursos que ya perdieron sentido. Sé que ya no confías en los que dicen querer ayudarte, en esos políticos que no parecen padecer de ninguno de los males venezolanos.
Pero hoy te escribe una venezolana que ha sufrido al llegar a su casa y no poder bañarse tranquilamente por la falta de agua, que le ha tocado esperar con hambre unas cuantas horas porque "hay una iguana que muerde cables" (por lo menos ella si ha podido comer a la hora), hoy te escribe una venezolana a la que le ha tocado salir con miedo a la calle y que ha sufrido por no encontrar lo que desea comprar, una venezolana que ve como se derrumba su país. Te escribe una joven que no pudo verte en tu apogeo, que no pudo verte cuando de verdad se preocupaban por ti. Hoy te escribe una joven con ganas de echar este país pa' lante, con ganas de estudiar aquí y de no abandonarte jamás.
Te escribo, Venezuela, porque me dueles. Me duele tanto ver hasta donde te han llevado los que dicen amarte, esos que viven prometiendo que mañana será diferente, que mañana si habrá un cambio... un mañana que parece eterno.
Sé que ya no aguantas más y que estás a punto de rendirte, pero te pido que no lo hagas. Venezuela, así como yo, hay millones de venezolanos, de jóvenes, que estamos dispuestos a defenderte con uñas y dientes de cualquiera, millones de venezolanos que nos cansamos de verte sufrir. Aquí estamos Venezuela, somos muchos los que no pensamos abandonarte, somos millones de venezolanos que no se piensan ir a ninguna parte. Así que levántate y lucha, porque pueda que hayamos perdido una batalla, pero esta guerra LA VAMOS A GANAR.
Te amo Venezuela.
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