martes, 15 de abril de 2014

Ella y él.

Ella se vestía más nerviosa que nunca; él se vestía como cualquier otro día. 
Ella caminaba sin imaginar que ese día cambiaría todo; él caminaba suponiendo que sería un día más. 
Ella dio la vuelta; él extendió su mano. 
Ella lo miró; él se perdió en su mirada.  
Ella entendió que, desde ese momento, nada sería igual; él notó que, esa noche, todo habría cambiado para siempre.
Ella se perdió en su voz; él hablaba para no perderse en ella. 
Ella intentó disimular; él intentó no notarlo. 
Ella dijo "hasta luego"; él deseó ese "luego" con todas sus ansias. 
Ella le habló; él se emocionó. 
Ella intentó no pensarlo; él no quería ser olvidado. 
Ella lo vio otra vez; él se enamoró.
Ella lo miró; él decidió enamorarla.
Ella se enamoró; él la besó. 
Ella sonrió... se enamoró; él sonrió... se enamoró. 
Ella desnudó su vida; él desnudó su ser. 
Ella jamás sería la misma; él no volvería a ser igual. 
Ella vio más allá de su cuerpo; él vio más allá de su cuerpo. 
Ella tuvo miedo; él los enfrentó por ella.  
Ella no pudo seguir sin él; él siguió a su lado. 
Ella lo enamoró todos los días; él la enamoró cada segundo. 
Ella le hizo daño; él lo aguantó. 
Ella se disculpó; él la perdonó. 
Ella se reivindicó; él le rompió el corazón.  
Ella intentó olvidarlo; él la superó. 
Ella llora todas las noches; él ríe todos los días. 
Ella lo extraña a cada segundo; él vive cada segundo. 
Ella se despidió; él le pidió que se quedara.  
Ella se quedó; él volvió a enamorarla. 
Ella lo hizo feliz, él la hizo feliz. 
Ella se enamoró; él le rompió el corazón. 
Ella dijo adiós; él dijo adiós. 

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