Ese día, no podía mirar a otra persona que no fuera él, podría decir que fue amor a primera vista, o mejor dicho, a primera palabra, porque ya me había enamorado de él a primera vista hace mucho.
Pasé toda esa noche pendiente de él, de lo que decía, de cómo me veía y, tratando de saber si él también se sentía como yo.
Luego de un mes, el once de diciembre del 2011, él me dijo que sentía lo mismo que yo sentía por él. En ese momento, fui la persona más feliz de este mundo, de eso estoy segura. Me sentía tan feliz que no podía ocultarlo. Yo también le confesé mis sentimientos, pero no sabía lo que esa noche pasaría...
Esa misma noche, para sorpresa de ambos, nos tuvimos que ver. Estar con él, después de habernos revelado tanto, fue perfecto.
Luego de que me despedí de él, me llamó y, cuando volteé, me robó, lo que puedo decir que es, el mejor beso de mi vida. Fue impresionante como en ese momento el tiempo se detuvo, y las mariposas comenzaron a recorrer mi cuerpo. Sin duda alguna, fue el final perfecto para ese día.
No creía en la suerte, pero él me enseñó a creer. Hoy, después de, exactamente, 21 meses, puedo decir que ese 11/11/11, sin duda alguna, fue mi día de suerte y siempre lo recordaré así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario