martes, 19 de noviembre de 2013

Simplemente...

No sé cómo despedirme de la mayor felicidad que he tenido en mi vida, no sé si deba, la verdad, ni siquiera quiero hacerlo. 

Es muy duro recordar todo lo que vivimos, todos los buenos momentos, y darme cuenta de que lo más seguro es que ya no existan más esos momentos. Parece increíble que alguna vez logramos ser felices, imposible, mejor dicho. Es impresionante pensar que dos personas que decían amarse tanto ahora sólo se hagan daño. 

Yo me enamoré de ti, de tus detalles, de tus "buenos días princesa", de tus "arriba", de la manera en que me robaste el primer beso, me enamoré de la manera tan perfecta en que me dijiste "te amo" por primera vez, de tu forma de verme, de la forma en que me agarrabas la mano, me enamoré de cada uno de tus besos y tus abrazos. Yo me enamoré de las promesas de estar juntos hasta el último día, y me las creí completamente. Me enamoré de cómo lograbas hacerme reír sin importar lo molesta que estuviera, de cómo me secabas las lágrimas, me enamoré de esas veces que te necesitaba y estabas ahí. Me enamoré de las veces que me dijiste que cuando me despertara en la noche y no pudiera dormir te llamara para hablar... eso significó un mundo. Me enamoré de todas las veces que me dijiste que me protegerías, sin duda alguna eso me enamoró completamente. 

Yo te amé desde el primer momento que te vi, desde aquel día que me pasaste por al lado y ni cuenta te diste, desde que te ví jugar por primera vez. Te amé desde que te presentaste, desde que me diste la mano, desde que me sonreíste por primera vez. Te amé desde que me dijiste tu nombre, desde que, apenas conociéndome, me dijiste que yo te daba suerte (probablemente ni lo recuerdes), te amé desde la primera vez que me dijiste que te gustaba y que me querías. Amé tu forma de reír, de bailar, de llorar... amé tu forma de vivir y de enseñarme a vivir. 

Jamás quise cambiarte, ¿por qué cambiaría a alguien que es completamente perfecto para mí? Nunca quise cambiar tu mal humor, tu malcriadez, tu terquedad, tus tranquilidad mientras yo peleaba, tu manera tan única de sacarme de quicio, tus "hablamos después"... jamás quise cambiar ni un sólo centímetro de ti; ni el más mínimo. 

Tú me amaste; me amabas con todas tus fuerzas, te lo veía en los ojos. Me amabas más de lo que pensaste hacerlo. Me amabas hasta cuando estabas molesto. Me amaste cuando me viste con la cara llena de chocolate, cuando intentabas hacerme entender algo, cuando hacia cualquier locura mía, cuando me viste recién levantada en Higuerote. Me amaste a pesar de todo los problemas que tuvimos, me amaste cuando menos pensé que lo harías. TÚ ME AMABAS y eso nadie podrá quitármelo. 

Es irónico todo lo que nos costó estar juntos, todo lo que tuvimos que pasar para poder ser novios; todas las miradas, las malas caras, los prejuicios, los problemas... y lo dañamos todo. Dañamos la relación tan perfecta que teníamos, está bien que peleábamos (porque eso siempre lo supimos hacer muy bien), pero a pesar de todo eso, nos amábamos más que nada. No sé en que momento se nos salió de las manos, en que momento pasamos de estar felices a pelear por todo. 

Algo si puedo asegurarte y es que yo jamás dejaré de amarte, pase lo que pase, siempre te amaré y siempre serás el amor de mi vida César.  

lunes, 11 de noviembre de 2013

Querida Venezuela.

Querida Venezuela...
Te escribo con la intención de pedirte que no te rindas. Sé que no ha sido fácil, que te han golpeado en la bandera, en el escudo, en la moneda, en el huso horario... hasta te golpearon el nombre. Has visto nacer a millones de venezolanos que han querido lo mejor para ti, millones que han deseado que tengas lo que te mereces, pero todavía ese momento no ha llegado. 

Querida Venezuela te escribo porque sé que ya estás cansada de sufrir, de pedir a gritos un poco de compasión hacia ti, hacia el hogar de 28 millones de venezolanos que no hemos sabido apreciarte, 28 millones de venezolanos que hemos aprendido a convivir con la delincuencia, la escasez, el "racionamiento"... 28 millones de venezolanos que nos acostumbramos a ser ladrones de oportunidades, a la escasez de tolerancia y al racionamiento de esperanza. 

¿Cuántos de nosotros no hemos criticado a otro venezolano sin darnos la oportunidad de conocerlo? ¿Cuántos no hemos agredido a otro por el simple hecho de llevar una camisa de un color diferente a la nuestra? ¿Cuántos no hemos pensado en irnos y abandonarte porque ya "no queda más nada que hacer"? 

Ya debes estar cansada de los discursos baratos y repetitivos que quieren convencerte de que habrá paz, tranquilidad, oportunidades y un sinfín de promesas que se quedan vacías... discursos que ya perdieron sentido. Sé que ya no confías en los que dicen querer ayudarte, en esos políticos que no parecen padecer de ninguno de los males venezolanos. 

Pero hoy te escribe una venezolana que ha sufrido al llegar a su casa y no poder bañarse tranquilamente por la falta de agua, que le ha tocado esperar con hambre unas cuantas horas porque "hay una iguana que muerde cables" (por lo menos ella si ha podido comer a la hora), hoy te escribe una venezolana a la que le ha tocado salir con miedo a la calle y que ha sufrido por no encontrar lo que desea comprar, una venezolana que ve como se derrumba su país. Te escribe una joven que no pudo verte en tu apogeo, que no pudo verte cuando de verdad se preocupaban por ti. Hoy te escribe una joven con ganas de echar este país pa' lante, con ganas de estudiar aquí y de no abandonarte jamás. 

Te escribo, Venezuela, porque me dueles. Me duele tanto ver hasta donde te han llevado los que dicen amarte, esos que viven prometiendo que mañana será diferente, que mañana si habrá un cambio... un mañana que parece eterno. 

Sé que ya no aguantas más y que estás a punto de rendirte, pero te pido que no lo hagas. Venezuela, así como yo, hay millones de venezolanos, de jóvenes, que estamos dispuestos a defenderte con uñas y dientes de cualquiera, millones de venezolanos que nos cansamos de verte sufrir. Aquí estamos Venezuela, somos muchos los que no pensamos abandonarte, somos millones de venezolanos que no se piensan ir a ninguna parte. Así que levántate y lucha, porque pueda que hayamos perdido una batalla, pero esta guerra LA VAMOS A GANAR. 

Te amo Venezuela. 

lunes, 4 de noviembre de 2013

¿Que si te extraño?

Me pregunto todas las noches si te extraño y la respuesta siempre es la misma.  Extraño cada cosa de ti, tu risa, tu forma de verme, tu manera de tocarme y lo feliz que se te veía conmigo. Ahorita me parece increíble que alguna vez llegamos a ser felices, que alguna vez fuimos eso que ahora ya no existe.

Parece imposible que todas esas promesas, esos "para siempre", esas ganas de no separarnos ya no existan. ¿Cómo puedes olvidarme tan fácil después de todo lo que vivimos? ¿Cómo haces para no pensarme cada segundo, para no escribirme ni llamarme? ¿CÓMO HACES PARA NO EXTRAÑARME? 

No logro entender en qué momento pasé de ser tu vida entera a ser una amiga más. Tampoco entiendo como te dejé de importar o en qué momento decidiste no protegerme más. ¿Qué te hizo creer que estaba lista para alejarme de ti? ¿Qué pasó por tu cabeza cuando creíste que no debíamos seguir?

Yo dejé de ser el amor de tu vida y me convertí en un amor más, dejé de ser la razón de tu felicidad para causarte sólo molestias, dejé de ser la persona a la que  querías ver siempre y pasé a ser la persona que te molesta cuando te escribe. 

¿Cómo hiciste para olvidar todos los besos, los abrazos, las caricias, las risas, los "te amo"? Quisiera saber cómo lograste olvidar lo que alguna vez llegó a hacernos tan felices. 

¿CÓMO OLVIDASTE QUE ME AMABAS? O mejor dicho, ¿cómo dejaste de amarme? Quiero saber cómo hago para dejar de amarte, para poder sacarte de mi corazón, porque no se puede sacar de la mente lo que aún sigue en el corazón y parece que tú estás bien dentro del mío. 

Sólo puedo pensar que olvidaste lo que alguna vez fuimos y prometimos ser, lo que quisimos y nos propusimos, TODO LO QUE VIVIMOS. Me hice mujer contigo, por ti y en ti. Me amaste como nadie lo hizo y nadie lo hará, por lo menos así lo sentí yo. 

Sólo puedo mirar a atrás y preguntarme... sólo puedo hacerme preguntas. 

lunes, 21 de octubre de 2013

Quiero que quieras.

Hay tantas cosas que quiero que quieras...
Quiero que quieras escribirme.
Quiero que quieras verme. 
Quiero que quieras llamarme. 
Quiero que quieras estar conmigo. 
Quiero que quieras seguir conmigo. 
Quiero que quieras contarme de ti. 
Quiero que quieras hacerme feliz. 
Quiero que quieras alegrarme un día. 
Quiero que quieras sorprenderme. 
Quiero que quieras que me quede. 
Quiero que quieras que sea tu vida. 
Quiero que quieras ser mi vida. 
Quiero que quieras abrazarme. 
Quiero que quieras besarme. 
Quiero que quieras cuidarme. 
Quiero que quieras que te cuide. 
Quiero que quieras decirme cosas bonitas. 
Quiero que quieras verme sonreír. 
Quiero que quieras que sea parte de tu familia. 
Quiero que quieras ser parte de la mía. 
Quiero que quieras enseñarle al mundo que estás conmigo. 
Quiero que quieras amanecer hablando conmigo. 
Quiero que quieras tocar cada parte de mí. 
Quiero que quieras que toque cada fibra tuya.   
Quiero que quieras enamorarme todos los días. 
Quiero que quieras hacer hasta lo imposible por no perderme. 
Quiero que quieras extrañarme a cada momento. 
Quiero que quieras estar siempre conmigo. 
Quiero que quieras contar conmigo. 
Quiero que quieras que cuente contigo. 
Quiero que quieras AMARME. 
Quiero que quieras que te ame. 
Quiero que quieras todo lo anterior, pero también quiero que me lo demuestres. 

lunes, 16 de septiembre de 2013

Querida soledad.

Querida soledad, nos volvemos a encontrar. No me dio tiempo de extrañarte, regresaste tan rápido que parece que nunca te fuiste. Quisiera saber qué hago para que te vayas y sólo vuelvas cuando lo necesite. Quizá sería mejor que me acostumbrara a tu compañía, a que probablemente siempre te quedes a mi lado. 

Gracias a ti he pensado demasiado, he resuelto muchos problemas y he aprendido a hablar conmigo misma y entender muchas cosas. Pero creo que el problema es que me estoy acostumbrado a ti, a que siempre estés a mi lado. Eso no es bueno... creo. 

Sé que a donde quiera que mire puedo encontrar a alguien dispuesto a escucharme, a ayudarme, pero no de la manera que yo quiero. 

Eres vacía, y por eso me siento así. Te metiste dentro de mí y no has querido marcharte. Has logrado que quiera partir de este mundo... otra vez. Y trato de ser fuerte, y lo estoy logrando, pero no es fácil serlo.

Ese momento en que tengo que respirar y volver levantarme sola, me va quitando un pedazo de mí.  Siento poco a poco como me voy quedando sin nada, o mejor dicho, me voy quedando solamente contigo. 

Creo que tú eres y serás mi fiel compañera. Mi mejor compañía siempre serás tú, soledad. 
 

lunes, 9 de septiembre de 2013

Estoy esperando.

No sé cómo se te hizo tan fácil dejar 1 año y medio de relación atrás. No quiero pensar que nunca te importé o que ya no te importo, pero es tan difícil si eso es lo que me demuestras. 

Trato cada segundo de pensar en una excusa paras escribirte, para hablarte, para saber de ti, pero ya me siento como una molestia, y no quiero ser eso en tu vida. Solía ser tu mejor amiga, el amor de tu vida, ahora no sé ni qué soy. No sé si somos amigos, mejores amigos, novios o ya no somos nada. 

Aclárame todas estas dudas que me están comiendo viva, aclárame si aún me amas, si aún te importo, si aún somos novios... Aclárame si seguiremos juntos. 

Este tiempo era justo y necesario para ambos, pero me da miedo cuánto pueda durar, quizá sean 2 días, 3 semanas, 5 meses o quizá sea para siempre, y ese es mi miedo, que este tiempo sea eterno y termine perdiendo al amor de mi vida. 

Si te pierdo, aprenderé a vivir sin ti. 
Si te vas, aprenderé a vivir sin ti.
Si me dejas de amar, aprenderé a vivir sin ti... Pero jamás aprenderé a dejar de amarte. 

Te amaré si me dejas, si te vas, si me odias, si te enamoras de otro amor. Te amaré si te quedas, si luchas por un "nosotros", si me vuelvas a amar. Te amaré hasta mi último segundo, eso es seguro, pero, si te llego a superar, entonces no servirá de nada seguirte amando.

No dejes que aprenda a vivir sin ti, no me dejes volver a enamorarme, no dejes que alguien más me vuelva a enseñar lo que es ser feliz, no me pierdas por favor, no me dejes ir. 

Aquí esperaré a que vuelvas, esperaré a que vengas a decirme que aún quieres un futuro a mi lado, que ya no necesitas más tiempo porque el tiempo sin mí es tiempo perdido, esperaré a que regreses dispuesto a destruir el mundo con tal de estar juntos... Esperaré por ti, pero no por siempre, así que apúrate y decide que quieres recuperar lo que teníamos, abre los ojos y date cuenta de que eso que teníamos, no se encuentra todos los días y por eso, vale la pena luchar. 

sábado, 7 de septiembre de 2013

¿Aún?

¿Aún te pones nervioso al verme? 
¿Aún te tiemblan las piernas al besarme? ¿Aún tienes ganas de que yo sea tu primera vez? 
¿Aún logro sacarte sonrisas?
¿Aún te imaginas casándote conmigo? ¿Aún esperas que esté contigo hasta el último momento? 
¿Aún crees que hay un futuro a mi lado? ¿Aún te sientes orgulloso de poderme llamar tu novia? 
¿Aún quieres que sea la única en tu vida? 
¿Aún estas dispuesto a entregarte a mí? ¿Aún quieres solamente mi felicidad? ¿Aún darías tu vida por verme feliz? 
¿Aún lloras cuando yo lloro? 
¿Aún te duele cuando no te digo que te amo? 
¿Aún esperas ser el único en mi vida? ¿Aún imaginas tu vida a mi lado? 
¿Aún te duele pensar en que otro pueda ocupar tu lugar?
¿Aún piensas que soy la niña más hermosa de este planeta? 
¿Aún te parece que mi cuerpo es hermoso?
¿Aún te alegras cada vez que te digo algo bonito?
¿Aún sonríes al pensarme? 
¿Aún darías tu vida por mi? 
¿Aún te importo?
¿Aún soy lo más importante en tu vida? 
¿Aún me extrañas cuando no estamos juntos? 
¿Aún te gusto? 
¿Aún sigues enamorado de mí?
¿Aún me amas o ya se volvió rutina? 

Alguien que me quiera.

Solicito alguien que me quiera con carácter de urgencia. Necesito alguien que me quiera bonito y que esté dispuesto a demostrármelo cada segundo. Quiero una persona que esté en las buenas y en las malas, dispuesta a hacerme sonreír no importa cómo, una persona que me ponga por encima de todo. Quiero una persona que se enamore de cada uno de mis defectos, que sea capaz de amarme sin importar lo que cueste, que borre cada una de mis lágrimas con una sonrisa. Necesito alguien dispuesto a hablar conmigo, una persona que esté dispuesta a abrirse conmigo, una persona que se deje amar y enamorar cada día, una persona que le sonría a la vida. Quiero una persona a mi lado, para apoyarla en las malas y aplaudirla en las buenas, alguien para sentirme orgullosa de él. Deseo con todas mis fuerzas encontrar esa persona que me haga sentir especial, hermosa y capaz de ser amada. Espero encontrar esa persona con la que quiero pasar el resto de mi vida, esa persona por la que valga la pena llorar y sufrir, la persona que quiero ver envejecer junto a mí. 

Quiero, necesito, espero y deseo encontrar esa persona, pero tengo miedo, miedo de no ser lo suficientemente buena, de perderlo, de que no se enamore de mí de la misma forma en que yo me enamore de él. Quizá sólo necesito esperar, mucho o poco, sólo esperar. 


P. D.: ya la encontré, la encontré el 11 de noviembre del 2011, pero la perdí.  

viernes, 6 de septiembre de 2013

Sólo lee.

César tú eres lo más grande que me ha pasado y eso nunca va a cambiar, pero el vacío que siento es demasiado grande. Yo necesito alguien que me quiera y me haga sentir feliz, y tú lo haces, pero sólo cuando estás bien. Necesito alguien que esté dispuesto a hacer un esfuerzo por tratarme bien, así esté súper molesto conmigo.  

Tú has sido lo más grande que me ha pasado y te lo diré hasta el cansancio, has sido mi felicidad desde que te vi, mis ganas de ser mejor, mi muro de contención. Has sido ese "arriba" en momentos difíciles, ese "te amo" en los mejores momentos, ese "adiós" lleno de lágrimas, ese abrazo que jamás olvidaré, ese beso que me dejó sin aliento. Has sido la fuerza que he necesitado para levantarme, ese amor que me ha hecho crecer. Has sido lo bueno y lo malo, lo blanco y lo negro, lo justo y lo injusto, lo real y lo imaginario, lo feliz y lo triste... lo has sido todo para mí. 

¿Cómo me despido de ti? ¿Cómo sigo sin ti? Sólo imaginar no tenerte por un momento es doloroso, pensar en perderte es devastador, creer que llegará un día en el que no estaremos juntos me mata. 

Supongo que tendré que acostumbrarme a tu ausencia en algún momento, no será fácil, pero es necesario. Despedirme de ti nunca ha estado ni estará en mis planes, espero que no tenga que ser así. 

jueves, 29 de agosto de 2013

A ti, mi UCV.

Le escribí al amor de mi vida, le escribí a mi soledad, y ahora te escribo a ti, mi querida UCV. Dije que lloraría lágrimas de sangre por ti y así ha sido. Has sufrido a manos de tantos, tantos que no han sabido apreciar tu belleza, tu fuerza, tu poder, pero que sobretodo, no han sabido apreciarte a ti, a ti como hogar. 

Has visto crecer a tantos, has visto sufrir a muchos, hasta has visto morir a varios, pero sigues ahí, de pie, dispuesta a ver a muchos más que esperamos ser parte de ti, ser parte de ese gran honor que significa ser ucevista. Has visto como muchos desfallecen en su paso por ti, pero también has visto demasiados rostros de felicidad al haber cumplido su meta de ser parte de ti. Has visto como muchos se van, pero también has visto como algunos al poco tiempo regresan, regresan de una manera diferente, más maduros, y ahora, con ganas de enseñar lo que un día aprendieron en ti. 

Hay quienes dicen que cuando te gradúas de la UCV te dan dos títulos: tu título universitario y un título por supervivencia... es tan cierto eso, y te hace tan única. Es imposible llamarte ucevista sin tener tu tapaboca y tu pañito con vinagre en el morral, un morral lleno de sueños, de ganas de ser alguien, de hacer un cambio en esta sociedad, esta sociedad tan truncada y con tantas divisiones. 

¿Será que la sociedad no entiende lo importante que eres? ¿O es que acaso la división política es más importante? No logro entender cómo te agreden constantemente, cómo les importa tan poco un hogar que sólo busca hacerte mejor ser humano.  

Como quisiera lograr hacerles entender a los demás tu importancia, tus necesidades, tus maravillas. Es tan difícil mantenerte, cuesta mucho dinero, que no tienes y conciencia social, que también está escasa. Está escaso ese cariño que debería sentir el ucevista, y el venezolano, al poderte llamar suya. 

¿Cómo se le enseña a un país con tantos problemas a sonreír? ¿Qué hacemos para enseñarle a Venezuela todo lo que tú vales, mi querida UCV?  

Quizá hoy parezca imposible, quizá hoy parezca que el cielo no volverá a salir, que todo seguirá oscuro, pero recuerda mi querida UCV, tú eres la casa que vence la sombra y ésta, es sólo una sombra más.  

miércoles, 28 de agosto de 2013

¿Por qué él?

Desde que lo conocí siempre ha rondado en mi cabeza esa pregunta, ¿por qué él? ¿Por qué una persona que me ha hecho sufrir tanto? Supongo que es mi karma, es el precio que tengo que pagar por algo que hice. Aunque, si es así, es el precio que pago con más gusto. 

Él me encanta, su forma de ver la vida, su forma de hablar, su forma de mirar, todo de él me fascina. Tiene la facilidad de ser mi debilidad, creo que eso es lo que mejor lo define, mi debilidad. 

Quisiera dejar de pensarlo, quisiera que me dejara de importar, aunque sea por un día, me canso de amarlo tanto. Aunque también quisiera que él se sintiera de la misma manera. Quisiera que me viera de la misma forma que yo lo veo, que se perdiera en mi voz como yo me pierdo en la suya, que pensara en mí todo el día, así como yo lo pienso. Daría tanto porque se sintiera igual que yo. 

Desearía poder dejar de escribir sobre él, sobre nosotros, sobre lo que siento... pero es inevitable, se me hace inevitable comenzar a escribir y que no me venga él a la mente. ¿Cómo hago para sacarlo de mí? Cómo hago si se ha metido en lo más profundo de mí, se ha metido en mi corazón, en mi alma, se ha adueñado de mí. 

Lo amo, lo amo con tanta locura que podría llamarme loca, lo amo con tanta fuerza que podría levantarme si me cayera, lo amo con tantas ganas que movería el mundo por verlo feliz.  Lo  amo bonito, no de ratito. Lo amo con cada parte de mí. Lo amo porque, a pesar de todo, me impulsa a ser mejor. Lo amo a pesar de lo malo, de sus defectos e imperfecciones. Lo amo desde que lo vi por primera vez.

Siempre me seguiré preguntando, ¿por qué él? ¿Por qué César? ¿Por qué no fue otro? Y la respuesta siempre será la misma, porque es perfecto para mí, porque sus imperfecciones encajan perfectamente conmigo, porque siempre que quiero decir algo malo sobre él, se convierte en algo bueno. Porque solamente él tiene la facilidad de volverme loca en segundos, de hacerme feliz, de hacerme amarlo cada día más... Como dije antes, tiene la facilidad de ser mi debilidad. 

Soledad.

Desearía tanto poder tener a alguien con quien hablar, alguien para contarle mis problemas y que me ayude a superarlos. Quisiera tener esa persona que esté pendiente de mí 24/7. Quizá sí la tengo, quizá tengo muchas personas así, pero no puedo hablar, no puedo pedirles ayuda ni decirles cómo me siento. 

No logro entender por qué se les hace tan fácil a los demás hablar con alguien y contarle sus problemas y yo no puedo hacerlo; hay algo que me lo impide. No sé si sea mi desconfianza en los demás, o quizá sea todo lo que me acostumbré a estar callada... sí, seguro es la costumbre. 

Me acostumbré a callar, a no decir lo que siento... ¿Y para qué decirlo? A nadie le importan tus problemas como a ti mismo, por lo menos mis problemas. Cuando se trata de los demás, vuelvo sus problemas como los míos propios, pero no hay nadie que haga eso mismo con los míos. 

Siempre me he guardado mis sentimientos y emociones, he aprendido a ser lo que los demás necesitan, a hacer lo que haga falta para dar felicidad, pero nadie se ha preocupado por ser esa persona para mi... O mejor dicho, si hubo alguien que se preocupó, pero ya no lo hace. Es mi culpa, es mi culpa perder todo lo bueno que me pasa. 

Y supongo que perderé todo mientras no pierda esa costumbre, esa costumbre a estar callada, a tragarme lo que siento y pintar una sonrisa en mi cara como si nada pasara. Supongo que seguirá siendo costumbre estar sola, como siempre ha sido. 

domingo, 18 de agosto de 2013

Una respuesta.

No espero respuesta para esto, así como no la he esperado para muchas cosas. 

La verdad, te escribo porque daría mi vida entera con tal de no perderte, pero creo que ya lo hice y es muy tarde para arreglarlo.  Siento que te acepté demasiados malos tratos y te jalé demasiado para lo que debí, pero si pudiera retroceder el tiempo lo volvería a hacer con tal de recuperarte.

 Tu fuiste, eres y serás lo mejor que me pasó en la vida, el amor de mi vida y la única persona que ha logrado hacerme feliz. Me duele recordar lo felices que fuimos en algún momento porque, justo ahora, parece increíble que pudimos serlo. Me equivoqué, ambos lo hicimos, pero somos humanos y es imposible no hacerlo. Tú significas demasiado para mí, para mi familia y para mi vida en general. 

La consciencia me está matando porque me volvió a pasar César, siento que me está gustando otra persona, pero, a diferencia de las veces anteriores, esta vez no estás aquí enamorándome, sino alejándome de ti. Ya no sé qué más hacer para acercarme a ti, sólo quiero que las cosas sean como antes, quiero que vuelvas a amarme y volver a ser lo más importante para ti, así como tú lo eres para mí. 

Yo te necesito en mi vida, demasiado diría yo, y quiero que sigas siendo parte de ella. Yo te sigo amando con todo mi ser y lo seguiré haciendo por siempre.
 
Comencé diciendo que no esperaba respuesta para esto, pero la verdad es que si la espero César. 

sábado, 10 de agosto de 2013

Mi día de suerte.

Yo no creía en eso de la suerte, mucho menos en que la tenía; hasta que un día, el once de noviembre del 2011 para ser exacta, lo conocí. Ese fue el mejor día de mi vida, hasta ese entonces. Él se presentó y desde ese mismo instante en que me dijo su nombre, supe que significaría demasiado para mí. Ojalá hubiera sabido que lo amaría con todo mi ser, pero que, también, se convertiría en mi punto débil. 

Ese día, no podía mirar a otra persona que no fuera él, podría decir que fue amor a primera vista, o mejor dicho, a primera palabra, porque ya me había enamorado de él a primera vista hace mucho. 

Pasé toda esa noche pendiente de él, de lo que decía, de cómo me veía y, tratando de saber si él también se sentía como yo. 

Luego de un mes, el once de diciembre del 2011, él me dijo que sentía lo mismo que yo sentía por él. En ese momento, fui la persona más feliz de este mundo, de eso estoy segura. Me sentía tan feliz que no podía ocultarlo. Yo también le confesé mis sentimientos, pero no sabía lo que esa noche pasaría...

Esa misma noche, para sorpresa de ambos, nos tuvimos que ver. Estar con él, después de habernos revelado tanto, fue perfecto. 

Luego de que me despedí de él, me llamó y, cuando volteé, me robó, lo que puedo decir que es, el mejor beso de mi vida. Fue impresionante como en ese momento el tiempo se detuvo, y las mariposas comenzaron a recorrer mi cuerpo. Sin duda alguna, fue el final perfecto para ese día. 

No creía en la suerte, pero él me enseñó a creer. Hoy, después de, exactamente, 21 meses, puedo decir que ese 11/11/11, sin duda alguna, fue mi día de suerte y siempre lo recordaré así. 


jueves, 8 de agosto de 2013

Extrañarte y no morir en el intento.

Has faltado tantas veces, has dejado de estar presete, te has desaparecido, has olvidado todo lo que te necesito, me has dejado a un lado cuando te necesito... pensé que me acostumbraría en algún momento, pero no es así, no ha sido así. Te he extrañado tantas veces, que parece que fueron en otras vidas. He llorado tanto por tu ausencia que parece imposible. 

No creo poder olvidar todas las veces que no has estado, todas las veces que faltaste. A veces me pregunto cómo he aguantado tanto, y la respuesta siempre es la misma. 

Cada vez que te vas, te llevas un pedacito de mí, y con eso, mi felicidad completa. Lo peor, es que estoy segura de que así será siempre, tú siendo feliz y yo extrañando cada parte de ti. 
 
¿Cómo hago para no morir mientras te extraño? ¿Cómo hago para sobrevivir a tu ausencia? ¿Cómo hago para acostumbrarme a que no estarás? Sólo quisiera saber la manera para hacer todo esto más fácil, para poder sobrevivir mientras te extraño cada vez que te vas. 

sábado, 3 de agosto de 2013

A ti...

Hoy decidí escribirte a ti, que sé que estás leyendo esto; si, tú sabes quien eres. Decidí escribirte porque hay tantas cosas que quisiera decirte y no encuentro la forma y, quizá sea ésta. Quiero decirte lo feliz que me haces con un "hola", con una sonrisa, con el simple hecho de existir. Quiero decirte que cuando llegaste a mi vida me pareciste tan diferente a los demás.  

Me enseñaste a confiar, a confiar de verdad. Me enseñaste lo que en realidad es un verdadero amigo, porque te convertiste en eso, en mi amigo, el mejor de todos. Me enseñaste a conocer, a conocerte a ti. Me enseñaste a vivir, a vivir cada momento, cada instante. Me enseñaste a ser feliz, sobretodo a eso, a ser feliz. Me hiciste feliz, como nunca nadie lo había hecho, como jamás lo había sido, como, hasta ahora, sólo tú lo sabes hacer. 

Poco a poco te fuiste metiendo en mi vida, agarrando cada parte de ella y aferrándote tanto, que ya eres parte de mí. Las cosas nunca fueron fáciles contigo, mucho menos para nosotros, y eso era lo que lo hacía interesante, el reto a estar juntos... pero sin duda alguna, el reto más grande de todos, ha sido estar juntos, y permanecer así. 

Me has hecho sufrir tanto como yo te he hecho sufrir a ti, nos hemos hecho daño (mucho daño), hemos dejado que el orgullo sea más grande que esto que nos une, "esto" que no sé si llamar amor. Quizá "esto" sea para siempre, como queremos, pero quizá no, quizá "esto" termine mañana y jamás volvamos a vernos. Pero, así "esto" termine mañana o no termine jamás, tú siempre  serás el AMOR de mi vida... entonces, ¿por qué no llamarlo amor? 

En fin, llámese como se llame, si de algo estoy segura, es de que siempre estarás presente en mi vida y que, pase lo que pase, serás el hombre perfecto para mí. 

Sí César, si todavía te quedan dudas, todo esto ha sido para ti, porque, simplemente, tú eres mis ganas de seguir... Y sólo podría terminar esto diciendo que te amo, que te amo más que a mi propia vida, que te amo como nunca amaré a alguien más. 

viernes, 2 de agosto de 2013

¡Bienvenidos!

Bienvenida, bienvenidos... eso nos dijeron a todos hace unos cuantos años cuando, abrimos los ojos por primera vez. Bienvenida a este mundo. En ese entonces todo era tan fácil, tan simple para nosotros, no hacíamos más que respirar; lo hacían todo por nosotros. Fuimos creciendo y nos fuimos adaptando a este mundo, a este mundo en el que una vez fuimos bienvenidos, y ahora, día tras día nos damos cuenta que ser bienvenidos en ese entonces, no nos hace bienvenidos ahora. Nos prepararon para muchas cosas, menos para sufrir... para realmente vivir. Y es así, esa es la cruda verdad, si no se sufre no se vive, porque de eso se trata la vida de aprender del sufrimiento, de aprender a levantarse, de aprender que las cosas hay merecerlas y de saber, que no siempre seremos bienvenidos.